Varios factores van alterando a lo largo de la vida, y algunas veces ya por el mismo proceso de nacimiento, el funcionamiento del aparato locomotor, y particularmente su eje central, la columna vertebral, mecanismo complejo de altísima precisión. Los esfuerzos, malas posturas, caídas y accidentes, el estrés, enfermedades padecidas, terminan afectando la mecánica vertebral, produciendo limitaciones y alteraciones de la capacidad de una unidad motora vertebral que reciben el nombre de Complejo de Subluxación Vertebral (CSV). Corresponde a lo que la gente llama de manera más popular y menos técnica un “pinzamiento”.
Por la situación de la columna como elemento central del cuerpo y su relación íntima con el sistema nervioso central abrigado en su interior, eso puede tener varias consecuencias sobre el funcionamiento de zonas más alejadas del cuerpo.
En la definición de la OMS:
“Lesión o disfunción dentro de un segmento móvil o articular en la que se percibe una alteración de la alineación, de la integridad de los movimientos o de la función normal, si bien el contacto entre las superficies articulares permanece intacto. Se trata esencialmente de una entidad funcional, que puede perjudicar la integridad biomecánica y nerviosa.
Modelo teórico y descripción de la disfunción del segmento móvil, que asimila la interacción de cambios patológicos en el nervio, músculo y tejido ligamentoso, vascular y conjuntivo.”
El quiropráctico corrige esas alteraciones mecánicas con unas terapias manuales específicas llamadas ajustes, definidos por la OMS como: “cualquier procedimiento terapéutico quiropráctico de utilización oportuna de fuerza controlada, apalancamiento, dirección, amplitud y rapidez, que se aplica sobre articulaciones específicas y tejidos adyacentes. Los quiroprácticos usan habitualmente dichos procedimientos para corregir la función articular y neurofisiológica.”
Como lo describe esa definición, el quiropráctico ajusta las articulaciones vertebrales para mejorar su biomecánica, pero también por los beneficios que esto puede aportar sobre el funcionamiento del sistema nervioso, optimizando la conexión entre nuestro ordenador central, el cerebro, y el cuerpo en su totalidad.
Como lo describe esa definición, el quiropráctico ajusta las articulaciones vertebrales para mejorar su biomecánica, pero también por los beneficios que esto puede aportar sobre el funcionamiento del sistema nervioso, optimizando la conexión entre nuestro ordenador central, el cerebro, y el cuerpo en su totalidad.
El ajuste es un ligerísimo movimiento preciso, seguro, indoloro, realizado por el quiropráctico sobre la vertebra afectada, u otras articulaciones del cuerpo (pie, mano,…). La OMS califica el ajuste quiropráctico como extremadamente seguro cuando realizado por alguien con la debida formación académica.
Algunas técnicas pueden producir un ligero chasquido, otras más lentas usan el movimiento de la columna vertebral al respirar, o un contacto prolongado, ocasionalmente con la ayuda de un pequeño aparato.
Aunque la quiropráctica se concentra principalmente en el ajuste manual de las articulaciones vertebrales, craneales y sacroiliacas, según el caso también se puede proceder a ajustar articulaciones periféricas, principalmente de manos, muñecas, pies y tobillos.